Los efectos fisiológicos del ozono en el cuerpo humano son:
- Acción directa, en la aplicación local, de tipo desinfectante y trófico.
- Modulación del sistema inmunitario.
- Modulación del estrés oxidativo y la inflamación
- Mejora de la oxigenación de los tejidos:
- Aumento de la producción, a nivel de glóbulos rojos, de 2-3 difosfoglicerato, responsable de una mayor liberación de oxígeno en los tejidos.
- Aumento del flujo sanguíneo por acción vasoreguladora sobre el endotelio mediada por los nitrosotioles que genera el ozono
- Aumento en la flexibilidad de los glóbulos rojos, que contribuye a mejorar la reología de la sangre y el flujo sanguíeno.
Información extraída de la publicación: "Revisión WFOT sobre Ozonoterapia Basada en Evidencias" accesible en: